MANI RIMDU, EL FESTIVAL DE BAILES DE MÁSCARAS MÁS ALTO DEL MUNDO

 El Mani Rimdu es un festival religioso dedicado a Chyenrezig, el dios de la danza y la compasión, que lleva la paz y la armonía en el mundo, ya quien se invoca cuando se recita el conocido mantra Om Mani Padme Hum (Oh, la joya del loto!)

Al haberme marchado del Khumbu antes de tiempo debido al Covid-19, me he perdido los dos últimos y más importantes festivales sherpas, el Mani Rindu de Thame y el Dumchi, que se celebrará en diversos pueblos del Khumbu a primeros de julio. Los sherpas celebran muchos festivales que, además de la vertiente religiosa, son las ocasiones que tienen las familias y los amigos para la diversión, la vida social y el descanso. En este post y el próximo, con la colaboración de mi amigo Pasang, intentaré explicar el origen y significado de estos dos festivales.

 Mapa de Nepal y Tíbet con los monasterios de Thame y Rongbuck

 El Mani Rimdu de Thame

Por lo que me cuentan, este año ha sido una celebración insólita ya que, debido al confinamiento del país, sólo pudieron asistir a la gente de los pueblos de los alrededores de Thame. Esto ha hecho que haya sido un festival «íntimo» por los sherpas de aquella zona.

En el Khumbu, este festival se celebra en el monasterio de Tengboche el mes de noviembre, y en el de Thame a finales de mayo o principios de junio, según corresponda de acuerdo con el calendario tibetano. Dura dos semanas al final de las cuales hay tres días con asistencia de público, que este año fueron del 1 al 3 de junio.

La celebración del Mani Rimdu se introdujo en el Khumbu hace poco más de 90 años desde el monasterio de Rongphu del Tíbet, donde desgraciadamente, esta tradición se interrumpió en 1959 cuando este monasterio tibetano, como tantos otros, fue destruido durante la Revolución Cultural china.

En los años 1980 el gobierno chino autorizó la reconstrucción de los monasterios budistas en el Tíbet. En 2002, una vez reconstruido el de Rongphu¸ los monjes quisieron restablecer la costumbre de celebrar el Mani Rimdu pero ninguno conocía cómo se celebraba puesto que no habían visto nunca las danzas que son la esencia de la celebración. Con el apoyo del Mountain Institute de Nepal, los monjes de Rongphu pudieron ir al monasterio de Thame para aprender las danzas y en 2004 restablecieron la celebración,n que desde entonces ya se celebra cada año. Se podría decir que en Rongphu ha sido una celebración de ida y vuelta.

La preparación del Mani Rimdu dura 7 días que comienzan con la ceremonia para la protección de la gente y la tierra (este año fue el 25 de mayo). Durante los días siguientes elaboran las torma, que son unas figuras de formas diversas, muy trabajadas, hechas con una masa a base de arroz hervido, y unos mandalas hechos con arena teñida de muchos colores y que son unas verdaderas filigranas que sólo se pueden hacer con una paciencia infinita como la que ellos tienen.

También preparan y bendicen las rilbu que son unas píldoras rojizas, a las que se atribuye efectos de alargar la vida, y que se distribuyen durante los últimos días de la celebración. Asimismo ensayan los bailes de máscaras y las representaciones que tendrán lugar los tres últimos días, ya con público.

El primer día de los actos públicos tiene lugar la ceremonia de la bendición llamada Tsewang durante la que distribuyen las rilbu entre los asistentes. El segundo día los lamas representan el Chhaam, unos espectaculares bailes de máscaras. La celebración termina el tercer día con el zigshag que es un ritual con fuego, de ofrenda a los dioses.

A la mañana siguiente los lamas hacen una última ofrenda a los espíritus del agua y tiran al río la arena de los mandalas.

Rilbu, las píldoras de la salud y la larga vida

Estas píldoras se elaboran con harina de arroz mezclada con varios ingredientes que incluyen plantas y otras sustancias medicinales, polvo de 5 metales preciosos (oro, plata, cobre, latón y hierro) y diversas sustancias bendecidas. Luego las ponen en unas bolsas que los monjes más jóvenes voltean para secarlas, mientras dan vueltas al monasterio. Una vez secas, las pintan de rojo con el producto obtenido de una sustancia medicinal llamada tshal. Terminada la elaboración, las bendicen y ya están listas para ser distribuidas a los asistentes.

Los mandalas de arena coloreada

Los mandalas, en la tradición budista, son una representación del universo o de un espacio limitado por un círculo donde las divinidades están invitadas mediante diversos rituales o mantras.

Aunque su forma y estructura puede variar según las divinidades que incluye, los elementos básicos son siempre los mismos, el palacio de las divinidades, sus puertas y los círculos protectores. El palacio, generalmente un cuadrado, se sitúa en el centro sobre una cruz de vajras (arma mística), que descansa sobre una flor de loto, símbolo de la pureza del universo. El palacio suele tener cuatro entradas adornadas con pórticos de diseños muy elaborados, coronados por una dharmachakra (Rueda del Dharma) y una pareja de ciervos. El cuadrado generalmente está rodeado por dos círculos protectores, uno de vajras, que simbolizan la indestructible naturaleza de la realidad, y un círculo de fuego.    

  Los mandalas para rituales especiales se elaboran con polvo, granos o flores de diferentes colores. Para el Mani Rimdu de Thame el mandala se prepara sobre un tablero de madera, utilizando arena muy fina coloreada con tintes vegetales. Los dibujos se van creando, desde el centro hacia los bordes, depositando pequeñas cantidades de arena de colores mediante los chakpu, unos embudos muy estrechos.

Vestidos, máscaras y sombreros

Los vestidos, de una gran variedad de colores, son muy pesados, de estilo chino, y están hechos con tejidos de seda. Las máscaras se consideran objetos sagrados y cuando se han utilizado durante mucho tiempo se cree que están dotadas del poder de las divinidades que representan y que tienen vida propia. Las hacen con un molde de arcilla, que cuando está seco lo recubren con capas de ropa encoladas. Después rompen el molde, las pintan y las adornan con pelo, cintas y pañuelos. Algunas las coronan con una diadema con varias calaveras. Para simular el pelo utilizan pelo de cola de yak.     

Tienen una gran diversidad de sombreros. Durante las ceremonias los lamas utilizan el tsezha, un sombrero amarillo de fieltro con forma de cresta de gallo. El abad del monasterio utiliza el llamado pering, de fieltro rojo y con una forma peculiar acabada en punta. En la foto de la presidencia de la ceremonia de las danzas de este año en el monasterio de Thame, se pueden ver cuatro lamas con el tsezha y a la izquierda el lama reencarnado (que es un niño de 10 años) con el pering.

Presidencia del Mani Rimdu de Thame 2020 (a la izquierda el niño de 10 años, lama reencarnado) 

  Para algunas de las danzas, los monjes utilizan unos sombreros llamados shanag, conocidos también como los sombreros negros, que simbolizan la existencia del mundo.

Como se puede ver en las fotografías, trajes, máscaras y sombreros son verdaderas obras de artesanía.

 Chhaam, las danzas sagradas

El segundo día de la parte pública es el día más esperado por los habitantes de la zona. Es el día que los lamas bailan las Chhaam y para hacerlo se transforman, utilizando espectaculares trajes, máscaras y sombreros, especiales para la ocasión.

Las danzas tienen lugar en el patio del monasterio donde colocan un altar muy elaborado y el mandala preparado durante los primeros días.

El programa dura todo el día y consta de 15 representaciones entre danzas y actos, donde se mezclan bailes acompañados con instrumentos sencillos (platillos o tambores) que tocan los mismos monjes bailarines, con otras danzas donde los personajes evolucionan al ritmo de la música de largas trompas y platillos. Hay dos interludios cómicos, el del Mi Tsering (el hombre viejo) o el del Thogden. Este último hace una actuación que puede durar hasta 1 hora y es la más esperada por la gente. Durante su actuación, entre chiste y chiste, aprovecha para introducir mensajes religiosos.     

 El Thogden en plena actuación

 El programa termina al anochecer con la Ensemble dance (danza del regreso), en la que participan todos los bailarines que han actuado durante el día y al terminar regresan en procesión hacia el interior del monasterio.

  Al finalizar, los asistentes se marchan a casa para cenar y más tarde vuelven para cantar y bailar danzas populares sherpas y beber chhang hasta bien entrada la noche. Un final laico para el festival religioso más importante del Khumbu.

Yo ya había tenido ocasión de ver el Mani Rimdu en otras ocasiones, pero entonces no conocía ni la cultura Sherpa ni el significado de las danzas y rituales de este festival como los conozco ahora. Por eso estoy convencido de que el día que pueda volver al Khumbu y asistir a este festival, ya no lo veré sólo como un espectáculo, que lo es, sino que mis ojos de occidental tendrán un filtro que me permitirá ver más allá y entender mejor el sentido. Conociendo la forma sencilla de ser de los sherpas y cómo viven su cultura, me viene a la mente aquel dicho: saborea cada momento y saborearás la vida. ¡Y eso es lo que hacen!   

Las fotos del Mani Rimdu de Thame 2.020 me las ha proporcionado Pasang Gelje Sherpa, de Namche