DUMCHI, DANZAS Y FUEGO PARA CONECTAR CON LA FUERZA DE LA VIDA

La celebración con más espíritu comunitario de los sherpas 

Si me preguntarais qué es lo que más me duele haberme perdido por haber tenido que volver antes de tiempo, no dudaría ni un momento: el Dumchi, el festival más importante del año para la comunidad Sherpa del Khumbu. Este año, a pesar de todas las restricciones que tiene el país, la han podido celebrar y me dicen que hay gente que vive en otras zonas del país, Kathmandu incluido, que se las ha ingeniado para subir hasta el Khumbu y disfrutar de «su» festival.

ORIGEN Y ORGANIZACIÓN

El Dumchi es un festival que tiene su origen en la fundación de los monasterios de Pangboche, Thame y Rimijung, hace 375 años. Después de épocas en que casi se había perdido, en las últimas décadas ha recuperado importancia. Actualmente se celebra en ocho pueblos del Khumbu en la época del monzón, a finales de junio o principios de julio (este año 2020 fue del 1 al 4 de julio). Es cuando ha terminado el trabajo de plantar patatas y antes de trasladar los rebaños, durante los tres meses de verano, en los pastos de las zonas altas de los valles.

También coincide con la vuelta a casa de los sherpas que han estado trabajando en trekkings y expediciones durante la temporada de primavera. Son muchos los sherpas que viven en Katmandu y que aprovechan este festival para pasar unos días en el Khumbu para reencontrarse con familiares y amigos. Por todas estas razones es el festival más importante desde el punto de vista social, para los sherpas del Khumbu.  

 Imagen de Guru Rinpoche

El principal propósito del festival es celebrar el nacimiento de Guru Rinpoche, que, según la tradición, nació en una flor de loto a principios del siglo VIII, y que es considerado el fundador del budismo tibetano. En muchos lugares, este festival también se dedica a líderes espirituales más locales. En el Khumbu honran Lama Sangwa Dorje, que fundó el monasterio de Pangboche, y Lama Ralp Dorje que fundó el de Thame. El Dumchi también tiene el objetivo de prevenir desgracias y promover la paz y la prosperidad de los pueblos.

En cada pueblo donde se celebra, el Dumchi está patrocinado por ocho familias, conocidas con el nombre de lawa, que se van alternando cada año de forma rotatoria. A pesar de la responsabilidad y los gastos que conlleva este patrocinio, para las familias sherpa es el reconocimiento como familia independiente y miembro de la comunidad de su pueblo. Actualmente, debido a los elevados costes que esta organización conlleva para las familias lawa, hay un movimiento creciente para limitar los costes y para que otra gente del pueblo haga pequeñas aportaciones para ayudar a la organización.

En la preparación también participan los monjes del monasterio del pueblo, si los hay, y sino, monjes llegados de otros monasterios para la ocasión, que preparan los altares y los objetos rituales.

Entre las ocho familias lawa ofrecen almuerzo y cena a todos los asistentes durante los cuatro días del festival, así como té, chang (licor de arroz), tongba (licor de mijo), cerveza y bebidas refrescantes. También son los encargados de colocar los largos palos con banderas de oración en el lugar donde tienen lugar las ceremonias.

En Namche, este festival se desarrolla en dos espacios diferentes. La ceremonia del primer día tiene lugar bajo una gran roca donde está pintada la imagen de Guru Rinpoche, situada fuera del pueblo un poco más arriba de donde está el monasterio. El resto de las ceremonias y actividades sociales se desarrollan en el mismo monasterio, donde hay un bonito patio, tipo claustro, que, con el paso del tiempo, se ha convertido en una especie de local social del pueblo. 

Lugares de celebración del Dumchi, en Namche 

 En Thame, antiguamente se celebraba en el monasterio del pueblo hasta que en 1952 se convirtió en un monasterio de lamas célibes. Entonces la celebración del Dumchi se trasladó al barrio llamado Thame de Arriba, donde construyeron un gran chorten (stupa en nepalí) rodeado de un gran espacio que cada año cubrían con lonas para protegerse de la lluvia del monzón durante las celebraciones. En 1998, con la ayuda de la organización austriaca Eco Himal (www.ecohimal.org), construyeron un edificio destinado a esta celebración. Los dos terremotos de 2015 lo destruyeron todo.   

 

La comunidad Sherpa reconstruyó el chorten en muy poco tiempo y gracias a donaciones extranjeras de Japón, Gran Bretaña y Alemania, la comunidad de Thame construyó un Centro Comunitario que, además de la celebración del Dumchi, acoge actividades sociales y educativas durante todo al año.

EL PROGRAMA DEL FESTIVAL

La fecha del Dumchi es la misma en todos los pueblos y el programa es básicamente el mismo. En este post explico el programa que siguen en Thame.

Los preparativos del festival duran 11 días y comienzan el primer día del quinto mes del calendario tibetano (este año fue el 22 de junio). 

Durante esos días las familias lawa ultiman la organización del festival, preparan un altar para la ocasión y reparan los desperfectos que se hayan producido en el chorten desde el año anterior. El abad del monasterio bendice la mantequilla coloreada que los monjes lama utilizarán para elaborar las torma, que son unas figuras de formas diversas, muy trabajadas, hechas con una masa elaborada con arroz hervido.

El último día de los preparativos, una vez todo está a punto, repintan de blanco el chorten y hacen un «reconsagración» del lugar. Es ese día cuando, a media tarde, se reúnen vecinos y monjes lama para plantar los postes con las banderas de oración alrededor del pequeño santuario del pueblo. Finalmente reparten una bola de arroz hervido (drubzhag) a todos los asistentes.

El duodécimo día (este año, el 2 de julio) comienzan las celebraciones propiamente dichas que se alargarán durante 4 días. Las ceremonias suelen empezar a media tarde y terminan bien entrada la noche.

El primero de los 4 días tiene lugar la lhapsang, una ceremonia con ofrendas para complacer a los dioses, entre los que se incluye la diosa Khumba Yullha, protectora del Khumbu. Sigue un rito para ahuyentar los malos espíritus. Cuando ha oscurecido comienza la logpar, una ceremonia para «domesticar» la tierra y para la protección de sus habitantes. Son cinco danzas, algunas con máscaras, que ejecutan los monjes lama del monasterio. Después encienden una hoguera donde, mientras los monjes lama ejecutan algunas danzas, lanzan tormas y licores al fuego lo cual provoca unas llamas espectaculares de colores anaranjados. El día termina con las logcham, unas danzas para conectar con la fuerza de la vida.     

El segundo día comienza con las representaciones, por parte de los monjes lama, de dos obras del llamado Tesoro del Norte (revelaciones y fuente de conocimiento del budismo tibetano). Después de un descanso, las familias lawa llegan bailando y cantando, cargados con sacos de arroz para repartir entre los asistentes. Mientras todo esto ocurre, se sirven todo tipo de bebidas (té, cerveza, chang, tongba) a los asistentes. A media tarde se sirve una comida de arroz y patatas, y todo el mundo recibe cuatro saquitos de arroz.

Más tarde se eligen las ocho familias lawa del año siguiente y se les obsequia con una torma blanca que guardarán en su casa hasta el próximo Dumchi. El día termina con las familias lawa del año y las recién escogidas, cantando y bailando canciones tradicionales del Dumchi, mientras ofrecen chang a los monjes.  

El tercer día por la mañana, los monjes lama realizan una ceremonia de ofrenda de incienso y de meditación que termina con la bendición de los asistentes. A primera hora de la tarde, las familias lawa sirven té y sopa de fideos, acompañado de varios vegetales en conserva, a los monjes y otros invitados. Más tarde comienza a llegar la gente del pueblo y de los alrededores con sus mejores trajes y joyas, para asistir a la ceremonia de bendición para una larga vida (tsewang) y una vez terminada, con la plegaria de «victoria a los dioses», se da por finalizado el Dumchi.   

Pero la fiesta continúa. Se sirve arroz y patatas acompañado de todo tipo de bebidas a todos los asistentes y la gente, especialmente los jóvenes, empiezan a bailar hasta la madrugada, formando largas líneas, uno al lado del otro, con los brazos entrelazados por la espalda, cantando sus cadenciosas canciones, mientras evolucionan los complicados pasos de sus danzas tradicionales. Es noche de luna llena.

El último día, aunque el festival estrictamente hablando se terminó el día anterior, es el momento de adecentar el lugar de la celebración, y de recoger y devolver a su lugar todos los objetos sagrados que se han utilizado. Esto último lo hacen, subiendo en procesión hacia el monasterio. A medio camino, cuando están en la cresta que separa los dos barrios de Thame, tiene lugar una última ceremonia con ofrendas y quema de incienso. Los objetos sagrados se guardan en un pequeño santuario del monasterio y … ¡hasta el próximo año!

Como no se os habrá escapado, los elementos recurrentes de estas celebraciones (fuego, danzas, canciones, comer y beber) los podemos encontrar en muchas de nuestras fiestas populares. Esto me lleva a pensar que las diferencias culturales y religiosas entre dos mundos como son el de los sherpas y el nuestro, quizás tampoco lo son tanto. ¡Esta es la belleza de la vida!