EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN SHERPA EN EL KHUMBU

 Descripción del territorio

Los sherpas llegaron a estos valles hace poco más de 500 años procedentes del este del Tíbet, en varias oleadas migratorias entre los siglos XVI y XVIII, y se establecieron en lo que hoy se conoce como el distrito de Solukhumbu formado, de norte a sur, por las zonas de Khumbu, Pharak y Shorong (Solu en Nepalí).

La última Constitución de Nepal aprobada en 2015 estableció una nueva organización administrativa con provincias, distritos y municipios. Como consecuencia de ello se creó la Khumbu Pasang Lhamu Rural Municipality (KPLRM) que comprende las zonas del Khumbu, Pharak y la parte norte de Shorong desde el pueblo de Kharikhola hasta debajo Lukla. Este territorio es donde desarrollo mi proyecto.

El nombre de este municipio honra a Pasang Lhamu Sherpa, la primera mujer Sherpa y nepalí que subió el Everest. Fue el 22 de abril de 1993 y al bajar, ella y su marido murieron cuando apenas habían alcanzado la cima sur del Everest, debido al mal tiempo que se empeoró de manera repentina.        

 Mapa de las zonas de la KPLRM y su situación en el distrito de Solukhumbu y Nepal

La evolución de la población Sherpa

Según la antropóloga americana Sherry Ortner, los primeros Sherpas llegaron al Khumbu el 1533 y veinte años después, en 1553, ya se extendían hasta la zona de Shorong situada más al sur y a menos altitud que el Khumbu. Vivieron con total independencia y tranquilidad durante casi dos siglos hasta que en 1717 fueron sometidos por una dinastía hindú y en 1772 por el reino Gorkha, al que tuvieron que empezar a pagar tributos. Salvo esta cuestión, nada menor por supuesto, continuaron disfrutando de un alto nivel de autonomía ya que nadie se acercaba a zonas tan remotas y de difícil acceso.

Esto fue así hasta los años 1960 en que, debido a las tensiones políticas entre los dos estados vecinos, China e India, el gobierno nepalí comenzó a abrir oficinas gubernamentales y a situar destacamentos de policía y de militares. Esto, y la declaración de parque nacional en 1976 gestionado inicialmente por funcionarios no Sherpas, supuso la pérdida de la capacidad de gestionar ellos mismos sus intereses.

A pesar de las pocos datos disponibles, se sabe que sólo en la zona del Khumbu, en 1836, había 169 hogares y en 1957 ya había 596. Ya con datos de censos modernos, sabemos que en 1991 los hogares se habían incrementado hasta 830 y según el último censo disponible (2011) se contabilizaron 1.031.

Según este último censo en el conjunto de las tres zonas de la KPLRM, en 2011 había un total de 2.433 hogares, lo cual nos indica que casi la mitad de los hogares de este territorio estaban situados en la zona del Khumbu , es decir en Namche y en los pueblos de más arriba.        

En cuanto al número de habitantes, en el conjunto de la KPLRM, en 2001 vivían 8.243 personas y el año 2011, 8.969 de las cuales sólo 5.212 (58%) eran de la etnia Sherpa. Estas cifras nos muestran el cambio en la composición de la sociedad de esta territorio que en poco más de 60 años ha pasado de ser 100% Sherpa a un 58% de media. Si lo miramos por zonas, vemos que la proporción de población Sherpa aumenta de sur a norte y con la altura de las zonas, un 40% en la zona de Shorong (Solu), un 52% a Pharak y la más alta en el Khumbu, un 74%.

Esto se ha producido por dos factores. Uno es la llegada de personas de otras etnias, algunas destinadas a la zona por el gobierno del país (funcionarios, policías y militares) y la mayoría atraídas por las oportunidades de trabajo que ofrece la actividad turística.

El otro factor es la emigración de sherpas hacia Kathmandu o al extranjero que, en tan sólo 10 años (desde 2001 hasta 2011), ha hecho disminuir la población Sherpa en 500 personas (un 10%). Esta tendencia va en aumento por dos causas. La primera es que a medida que mejora el nivel económico de las familias estas deciden establecerse en Katmandú o en el extranjero o bien envían a sus hijos a estudiar allí, ya desde pequeños. La segunda causa es el incremento del número de escuelas y de alumnos, y el convencimiento de padres y madres de que la educación de los hijos es la mejor garantía de que puedan tener una vida mejor que la suya. Ello es la causa de que cada vez haya más chicas y chicos que estudian en Katmandú. En ambos casos, una vez acabados los estudios, muy pocos vuelven al lugar de origen.

Este hecho puede parecer una contradicción, o quizás lo es, ya que el incremento y mejora de la formación en estos valles, hecho indudablemente positivo, a la vez provoca que la juventud mejor preparada se acabe estableciendo fuera del territorio que les ha visto nacer .