El contexto
Después de visitar todas las escuelas que hay desde Lukla hacia arriba, me parece interesante escribir un post hablando de la educación aquí el Khumbu.
Hace tan sólo 58 años que se crearon las primeras escuelas modernas en estos valles. Hasta entonces los monasterios eran las únicas instituciones educativas donde iban los estudiantes que querían ser monjes, y por eso la mayoría de los laicos se quedaban sin ninguna educación formal.
En 1960 hubo un primer intento de establecer escuelas en Namche y Chaurikharka, cuando el gobierno nepalí destinó allí unos cuantos maestros, pero resultó que ¡no tenían edificios donde dar clase!
El establecimiento de escuelas con aulas adecuadas y profesores cualificados comenzó en 1961 cuando Edmund Hillary fundó la Escuela de Khumjung. Pronto otros pueblos vecinos pidieron ayuda para poder tener escuela y así fue como se crearon las de Thame (1963), Pangboche (1964) y Phortse (1968) en la parte alta del Khumbu.
Como aquí no había personas alfabetizadas en Nepalí e inglés, Edmund Hillary tuvo que ir a buscar maestros cualificados en la comunidades sherpa de Darjeeling, en la India.
De Lukla hacia arriba, ahora hay once escuelas primarias y dos escuelas secundarias superiores que acogen a más de 1.500 alumnos. Un hecho que me ha llamado la atención es que en todas las escuelas que he visitado, cada mañana, antes de comenzar las clases, hacen formar a los alumnos en el patio, por niveles y hacen unos ejercicios de gimnasia, unas escuelas a ritmo de tambores y otros siguiendo el ritmo de una canción que cantan los alumnos mayores. También rezan una oración y cantan el himno nacional nepalí.
Cantando el himno nepalí, el dia del estudiante Preparados para la gimnasia
Para complementar esta introducción me parece apropiado hablar de tres escuelas ubicadas en tres pueblos de la parte alta del Khumbu: Khumjung (3.790 m), Thame (3.750 m) y Namche (3.450 m).
Khumjung Secondary School (Hillary School)
Creada por Edmund Hillary en 1961, comenzó con dos aulas y fue la primera escuela de todo el Khumbu.
Actualmente consta de 17 edificios, con dos niveles de jardín de infancia (3 a 5 años) y 10 niveles de primaria y secundaria con 21 maestros y un total de 314 alumnos (mitad chicas y mitad chicos). Las clases se imparten en inglés y se enseña el nepalí y el sherpa. Para el aprendizaje del sherpa tienen un único profesor, que es un lama.
Patio y aulas de la escuela de Khumjung Aula de informática de la escuela de Khumjung
En la misma escuela hay una pequeña residencia para los maestros que no viven en Khumjung. Para los alumnos que son de lejos hay dos edificios (hostels) en la misma escuela, donde viven durante todo el curso. Sólo van a casa durante los periodos largos de vacaciones. En el pueblo hay dos hostels más, privados.
Himalaya Primary School de Namche
La primera escuela de Namche fue creada los años 1960 y la actual, que consta de 3 edificios, se construyó entre 2014 y 2015. Se inauguró el 24 de mayo de 2015, un día antes del fuerte terremoto que sacudió Nepal. La escuela prácticamente no sufrió daños y tras unas pequeñas reparaciones se puso en funcionamiento por mes después.
Una clase en la escuela de Namche Entrando a las aulas en la escuela de Namche
La escuela consta de 13 aulas y acoge 220 alumnos que pueden estudiar hasta el nivel 8 y luego siguen hasta el nivel 10 en la escuela de Khumjung. Trabajan 12 maestros de los que el gobierno sólo paga 2 y el resto los pagan los padres con una cuota mensual de 1.000 rupias (unos 8 €) por alumno y ayudas de patrocinadores privados. Al igual que ocurre en Khumjung, la enseñanza se hace en inglés, pero también enseña el nepalí y recientemente también el sherpa.
La escuela dispone de un hostel propio donde viven unos 25 niños y niñas durante todo el curso. En el pueblo también hay otro hostel privado donde viven unos sesenta niños y niñas.
Thame Basic School
Esta es una escuela pequeña, creada en 1963, justo 2 años después de la de Khumjung. Ahora se ha construido de nuevo pues el terremoto de 2015 la arrasó completamente. Tienen tan sólo 24 niños y niñas de 5 a 13 años. Son 6 maestros y tienen 7 niveles. Agrupan niñas y niños de diferentes niveles en una misma clase. Dan clase en las lenguas sherpa y nepalí.
Su principal preocupación es los pocos alumnos que tienen. Por eso han creado un jardín de infancia para niños a partir de dos años y medio, para encauzarlos hacia la escuela.
Clase de la escuela de Thame Nuevos edificios de la escuela de Thame
Uno de los factores que influyen en los pocos alumnos de la escuela es que no se pueden quedar a vivir en el pueblo porque no hay ningún hostel y por ello las familias de lugares alejados de Thame prefieren llevarlos a Khumjung o Namche y así evitar que tengan que hacer largas caminatas para ir y volver de la escuela. Para el próximo curso esto dejará de ser un problema ya que se está terminando de construir un hostel en la misma escuela. Con ello cuentan doblar el número de alumnos en 3 o 4 años.
La convicción de una familia para que su hijo pueda estudiar
Para terminar este relato os quiero explicar el caso del esfuerzo y la convicción de una familia que conocí, y especialmente de la madre, para llevar a su hijo a la escuela. Es un ejemplo que me emocionó.
Se trata de una familia que vive en el pueblo de Thamo, situado a una hora caminando de Namche. Tienen un niño de 5 años y decidieron llevarlo a la escuela de Namche, pero su situación económica no les permite afrontar el gasto anual de unos 1.000 $ para que se pueda quedar en el hostel de la escuela.
El convencimiento de la importancia de la educación para su hijo es la razón por la cual la madre acompaña, andando, a su hijo hasta la escuela de Namche (10 de la mañana), y regresa a Thamo. Hay días que aprovecha el viaje para transportar alguna carga y así ganar algunas rupias. Por la tarde de nuevo hacia Namche para recoger a su hijo (4 de la tarde) y hacia Thamo de vuelta a casa. Esto cada día del curso. 4 horas de camino la madre y 2 el niño!
Un ejemplo de una familia que tiene claro el valor de la educación para el futuro de su hijo. El día que los conocí eran a medio camino de vuelta a casa. La madre cansada pero sonriente mientras hablábamos y el niño con unas ganas de ir de aquí para allá como si todo fuera un juego.
Como en aquellos documentales de “Camino a la escuela”, pero en vivo y en directo. ¡Sencillamente ejemplar e impresionante!