LOS RITUALES DE LA VIDA

«No os refugiéis en el pasado, no soñéis con el futuro, concentrad la mente en el momento presente» (Pensamiento de Buda, que en mi opinión hoy podemos aplicar a los tiempos que estamos viviendo)

Los rituales religiosos y culturales sherpas se mantienen casi inalterados para los hechos importantes de la vida: nacimiento, matrimonio y muerte. La «cultura interior» de los sherpas, que es la que rige los momentos importantes de la vida, se mantiene relativamente inalterada a pesar de los cambios evidentes en muchos aspectos de la «cultura externa» como la vivienda, el vestir o las oportunidades educativas y económicas.

A pesar de los meses que he vivido en esta zona, no he tenido ocasión de presenciar ninguno de los tres rituales de la vida, excepto una breve observación de una oración funeraria, pero sí he podido hablar de ello con la gente. Esto y la investigación de estudios antropológicos y otras publicaciones, me permite explicaros cómo viven los sherpas los tres principales pasos de la vida.

La Rueda de la Vida
Es un mandala, una imagen compleja que representa la visión budista del universo. La rueda se divide en cinco o seis reinos o estados en los que un alma puede renacer.

EL NACIMIENTO

La tradición establece que los hijos se tengan una vez se han completado las tres etapas del matrimonio, pero lo que es más frecuente es que los hijos nazcan antes del Demchang (última etapa del proceso matrimonial). Esto, entre los sherpas se considera como algo «contaminado» pero lo resuelven con la ofrenda de agua sagrada por parte de la familia del padre a la familia de la madre, como un gesto de purificación. ¡Práctico y sencillo!

Las familias dan mucha importancia a tener, por lo menos, un niño para asegurar la continuidad del clan, que en la sociedad Sherpa sigue el linaje del padre. Sin embargo, el nacimiento de una niña es igualmente bienvenido ya que en su sociedad la mujer se considera, al menos en teoría, igual al hombre. Después, en la práctica, a ojos de un occidental, ya no es así en muchos aspectos.

Niño Sherpa

La elección del nombre de recién nacido es el hecho más importante del inicio de la vida, aparte del nacimiento en sí mismo. La identidad de los sherpas consta de tres nombres. Para el primer nombre generalmente se utiliza el del día de la semana en que ha nacido, lo cual, sumado a que el primer nombre no distingue el género, provoca que muchísimas mujeres y hombres se llamen igual. Esto produce también un efecto de incertidumbre cuando tienes que conocer a alguien del que sólo sabes el nombre, puesto que hasta que te encuentras personalmente o ves una foto, no sabes si encontrarás una mujer o un hombre. Es también frecuente escoger otros nombres tras consultar algún lama.

El segundo nombre lo elige la familia por sorteo de entre un amplio abanico de nombres que sí que distinguen entre mujeres y hombres. Son nombres con significados como el afortunado o larga vida, para los hombres o sana y alegre o sabia, para las mujeres.

El tercer nombre es para todos igual: Sherpa. Es la señal de pertenencia al grupo étnico Sherpa.

EL LARGO CAMINO DEL MATRIMONIO

Las tradiciones de la boda Sherpa aún se siguen de manera muy estricta en el Khumbu y con pequeñas modificaciones entre los sherpas que viven en Katmandú o incluso en el extranjero. Actualmente la celebración de la fiesta final de las bodas de los sherpas que viven en el Khumbu, se acostumbra a celebrar en Katmandú durante el invierno, ya que es una época en la que no hay mucho qué hacer en el Khumbu y muchas familias pasan el invierno en la capital.

Hasta hace pocos años, los matrimonios se acordaban entre familias, pero actualmente esto ha ido cambiando y la mayoría ya son matrimonios por amor. Según las creencias budistas, casar una hija contra su voluntad es pecado (Digba) y también peca el marido que se casa contra la voluntad de la esposa.

Foto antigua de una boda Sherpa

El matrimonio es un largo proceso que conlleva tres etapas y puede durar hasta tres años o más. El proceso se inicia con el Trichang, que es la petición en matrimonio que la familia del novio propone a la familia de la novia, es decir es el ritual del compromiso. Pasado un tiempo llega la segunda etapa, el Longchang, que es la ceremonia de confirmación por parte de los novios y las familias, de que todo sigue adelante. Antes de la tercera etapa hay un pequeño paso, pero importante, en el que se decide el año y la fecha exacta de la ceremonia final de la boda.

Una boda Sherpa actual

Finalmente, llegado el día acordado, comienza el Demchang que es la ceremonia consistente en una gran celebración, que puede durar días, durante la cual se realiza el intercambio de los anillos. Como en la cultura Sherpa no existe la tradición de la dote, la novia recibe la parte de la herencia familiar que le corresponde en el momento de la boda y es cuando formalmente va a vivir con el marido. No hay tradición de viaje de bodas. Ellos mismos dicen, medio en broma medio en serio, que es porque después de la gran celebración no les quedan fuerzas ni dinero para la luna de miel.

Como consecuencia de la gran duración de todo el proceso y del elevado coste de la boda, cada vez es más frecuente que los novios vivan juntos y tengan hijos a partir de la segunda etapa, y de rebote muchas parejas ya no celebren el Demchang.

En cuanto al divorcio, entre los sherpas es bastante frecuente y se estima que se produce en un 30% de los matrimonios.

EL PASO HACIA LA PRÓXIMA VIDA

Los rituales funerarios de los sherpas se siguen estrictamente tanto por los que viven en el Khumbu como en Katmandú. Cuando una persona muere, uno o varios lamas son llamados inmediatamente para realizar los rituales para generar energía positiva para el difunto.

Como el calor puede abandonar el cuerpo por los pies, manos, ojos, nariz, orejas, boca o la cabeza, se considera que el espíritu del difunto sigue la misma dirección que el calor. Si sale por otros lugares se considera que la próxima vida será mala. Si sale por la nariz o los ojos podrá reencarnarse en un animal o persona. Si sale por la cabeza puede que vaya a su cielo, llamado Dewachen.

Aunque hay diferentes costumbres, normalmente el cuerpo se mantiene en casa durante tres días durante los cuales los lamas y la familia realizan rituales para ayudar y guiar el alma en el tránsito hacia la otra vida. Pasados ​​estos días, se lleva el cuerpo del difunto al lugar de la cremación, acompañado por una procesión con lamas, música religiosa, banderas, sombrillas, estandartes e incienso.

Después de la cremación, una vez por semana durante siete semanas, un lama realiza un ritual (Dun-tsig) en la casa del difunto. Dentro de las tres o cuatro semanas después de la muerte, la familia también realiza unas ofrendas llamadas Sheto, que es la ceremonia que la familia realiza para el bienestar del alma del difunto. Estas ofrendas pueden durar entre tres y quince días, dependiendo de la situación económica de la familia. Cada noche, la familia realiza una ofrenda para el espíritu del difunto, poniendo tsampa en unas brasas y ofrece comida y bebida a los familiares y amigos que los acompañan.

Los restos de la cremación se mezclan con arcilla y se convierten en unas figuritas o medallones de Buda llamadas tsawar que se depositan en un memorial (chulung) o en alguna cueva bajo una gran roca. Esto sucede al cabo de 49 días de la muerte, que es el espacio de tiempo que consideran que hay entre dos vidas. Al final de este periodo queda determinada la próxima vida de la persona y ya puede renacer.

Y aquí se reinicia la rueda de la vida para los sherpas, que Tengboche Rinpoche, lama reencarnado y abad del monasterio de Tengboche, lo ve así: «Cuando tú te mueres, ¿que te llevas? Tu dinero, tu casa, incluso tu mujer y la familia no se van contigo en el tránsito de esta vida hacia la próxima. Sólo tus logros mentales y espirituales es lo que tu mente se lleva hacia tu próximo cuerpo «